jueves, 11 de abril de 2013

La represión inconsciente



Durante  las últimas décadas la física cuántica ha logrado explicar científicamente cómo a nivel atómico nuestra mente crea la realidad material, a través de la voluntad, los pensamientos y las emociones. En otras palabras, esta rama del conocimiento asegura que nosotros construimos nuestro destino.
Sin embargo, personalmente no me parecía una explicación del todo satisfactoria o completa, ya que si puedo crear la realidad, lo haría de tal modo que absolutamente todos los eventos que experimente fuesen de mi agrado.
La teoría cuántica cobró sentido perfectamente para mí cuando entendí a fondo el proceso de la represión inconsciente.

Usualmente tenemos una idea de represión referente a recuerdos rechazados por la consciencia por haber sido muy fuertes y difíciles de aceptar. Si bien estos recuerdos “eliminados” forman parte de lo reprimido, no constituyen ni un veinte por ciento de la información reprimida de un individuo promedio. El grueso del inconsciente (en lo referido a la represión) está oculto porque constituye un conjunto de deseos y apreciaciones que nunca pasaron el limbo de lo consciente debido a que se nos enseñó a negar parte de nuestra naturaleza, justamente la parte que es coherente con dichos deseos y apreciaciones del mundo.
Un claro ejemplo es el sentir emociones negativas en donde se puede llegar a hablar de un instinto asesino frente a miembros de nuestra familia o amigos cercanos.
La cultura (sistema de creencias) por medio de la crianza, los medios de comunicación y  la religión nos ha dejado claro que está rotundamente prohibido sentir el instinto asesino, y mucho peor si es hacia personas que deberían ser únicamente dignas de nuestro “amor”. Por lo tanto, todos los deseos coherentes con dicho instinto (vale aclarar que el instinto si forma parte de nuestra naturaleza) van a ser automáticamente reprimidos hacia el inconsciente.
Aquí yace, irónicamente, la razón por la cual las tasas de parricidios, fratricidios y todos los correspondientes, son tan alarmantes.
La única forma de hacer algo más atractivo es hacerlo prohibido.

Es importante, para entender este fenómeno, mencionar la teoría de Carl Jung acerca de la totalidad, en la cual expresa que cada mente es un espectro infinito de probabilidades, por lo tanto, no existe ninguna particularidad humana afuera de la unidad psicofísica (consciencia e inconsciencia de cada uno).
En otras palabras, si pensamos que una característica no es atribuible a nosotros, es porque radica en nuestro inconsciente.

Se podría decir que en nuestra sociedad la represión por excelencia es el lado femenino en los hombres y el lado masculino en las mujeres. Esto se debe a que se ha llegado  a hablar con naturalidad de casi todo en las familia y en los medios de comunicación (matanzas, guerras, drogadicción, corrupción, trastornos mentales, etc.), sin embargo, algo que escandaliza a la gran masa de la población encargada de la crianza y de la creación y propagación de los medios es ver con naturalidad una relación de pareja entre miembros del mismo sexo.
Desde nuestros primeros años de vida la sociedad se encarga de dejarnos en claro que sólo existe una cosmovisión a nivel sexual, si eres hombre miras el mundo como hombre, y si eres mujer lo miras como mujer, con lo cual todos nuestros deseos y formas de ver el mundo que no pertenecían a lo que “yo soy” quedan automáticamente descartados de la consciencia. Hay muchos ejemplos en la vida de un infante que grafican esto, como las ganas de vestirse como su mama (si es hombre), las ganas de experimentar su sexualidad con personas del mismo sexo, el amor todavía no corrompido a los colores rosado y amarillo, entre muchos otros.

Regresando al párrafo inicial, ya puedo mencionar que al crear la realidad material, no sólo es nuestro pequeño lado consciente el que entra en juego, sino sobre todo nuestro lado inconsciente reprimido. Con lo cual, podemos repasar el recuerdo de nuestra vida desde la otra perspectiva, la perspectiva del homosexual, del asesino, y de todas las naturalezas que creemos que no nos definen, y darnos cuenta de que todo tiene mucho más sentido.
Propongo amistarnos con nuestra naturaleza reprimida para por fin llegar a un estado de plenitud y de felicidad, de aceptación. Amistarnos mirando nuestra vida con otros ojos y reconociendo que todo lo negado nos constituye.

Finalmente quiero mencionar que el problema de la represión no es únicamente no poder ser los creadores activos de nuestra vida. Existe algo mucho más perjudicial, que es la manifestación consciente de la represión en forma de enfermedad física, frustración, trastorno mental, conducta compulsiva, entre muchas otras. Más interesante aún, el cien por ciento de nuestros padecimientos tienen una manifestación a nivel de represión inconsciente.
 En palabras de Freud, “Lo reprimido siempre se sintomatiza”. 

8 comentarios:

  1. Hola, Luciano muy interesante tu publicación, es bueno agregar que "Todo lo que se reprime se potencia". Saludos desde Panamá

    ResponderEliminar
  2. Hola Ivan que tal! Si tienes mucha razon. Gracias por colaborar, te invito a leer mis otras publicaciones, te pueden interesar. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Me has hecho entender de una manera muy dócil mi instinto asesino. Lo siento con mucha rareza y hasta me ha hecho pensar que no es normal...
    Felicitaciones por el blog, esta buenísimo!

    ResponderEliminar
  4. jaja Vale es muy normal y todos lo compartimos. Gracias!

    ResponderEliminar
  5. Respuestas
    1. "Gato Rastafar" Hace mucho tiempo, en 1616, un grupo de instituciones conocidas como la inquisición, acusaron a Galileo galilei de herejia por tener la razón. Una pregunta, eras parte de ese grupo, tus tatarabuelos quizás?
      O es que solo compartes el mismo pensamiento cerrado y prepotente?



      Eliminar
  6. entonces yo que tengo TAG y TOC que hagoo me pego un tiro? nose que hacer.. en fin leo esto para buscar algo que me ayude y por lo que yo he entendido salgo con mas miedo.. alguien me puede ayudar?

    ResponderEliminar
  7. No tienes por qué tener miedo, un trastorno obsesivo compulsivo o uno de ansiedad generalizada se pueden ver como síntomas y ser tratados desde la represión o desde otro nivel psicosomático, escríbeme al correo del encabezado contándome tu caso mas a fondo y lo tratamos de la mejor manera, puede ser más simple de lo que crees

    ResponderEliminar